El cuerpo humano y el agua de mar



LA TABLA PERIÓDICA en el agua de mar y en el cuerpo humano

Publicado en 2012 en Aquamaris.
¿Por qué lamen piedras las vacas y comen tierra los elefantes? Lo hacen porque los minerales que contienen las plantas de las que se alimentan, no son suficientes para cubrir la demanda mineral de su organismo.

También nuestra alimentación, mayoritariamente vegetal, es deficitaria en minerales. Y no lamemos piedras (los manuales de supervivencia recomiendan hacerlo si no se tienen recursos) porque lo han hecho por nosotros millones de ríos, arroyos, torrentes, ramblas y demás corrientes de agua, que han vertido al mar los minerales que les han arrancado a las rocas y a la tierra.

¿Y qué minerales son esos? Visto el trabajo que han hecho por nosotros tantos millones de corrientes de agua durante tantos millones de años, no nos quepa la menor duda de que son TODOS los minerales del planeta, todos. Son todos los minerales de la Tabla Periódica, excluyendo únicamente los que no se encuentran en forma natural, sino que son producto fugaz de laboratorio.

Estos minerales nos los ofrece el mar en dos formas: o disueltos en el agua, o separados de ésta por evaporación, en las charcas que se forman junto al mar. A este producto de la evaporación del agua de mar, toda la vida lo hemos llamado SAL. El sabor salado lo da especialmente el sodio, que es el metal que se encuentra en mayor abundancia en el agua de mar.

El 86% del residuo seco del agua de mar es cloruro sódico (cloro y sodio); en el restante 14%  están los demás elementos. Siendo el agua de mar el manantial que nos provee de todos los minerales, es evidente que éstos se encuentran en ella en su estado más natural e idóneo para nuestro organismo, porque los microorganismos que constituyen el sustrato biológico del mar, nos los han convertido en biodisponibles. La desecación y las inevitables manipulaciones a que es preciso someter la sal para colocarla en el mercado, determinan las diferencias entre el producto original (el agua de mar) y sus distintas adaptaciones.

Siendo todos los seres vivos producto de la tierra gestado en el mar; y habiendo empleado éste todos los materiales de que disponía para crear su obra más perfecta, que es la vida; es obvio que para mantenernos, para restaurarnos y para funcionar, necesitamos de todos los recursos minerales de la tierra, cuya más perfecta y completa disponibilidad la tenemos precisamente en el mar.


118 elementos y más en el agua de mar

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